Escribir, depurar y revisar el código fuente de un software informático. Eso es un programador. Así de forma escueta no se alcanza a dimensionar lo que comprende en sí todo un programador. Geeks que nos han facilitado nuestro día a día y han logrado proezas tan fascinantes como la posibilidad de tener todo un dispositivo inteligente como el celular en nuestras manos o la nimiedad de llevar a la humanidad a la luna. ¿Qué más podemos aprender del mundo de la programación y sus devotos practicantes?
1. Cerebros más saludables y hábiles
Cuantás veces no hemos leído que el cerebro debe ejercitarse para mantenerse sano. En efecto, se ha determinado que las actividades que involucran el razonamiento, la resolución de problemas, el procesamiento de lenguaje y desafíos intelectuales ayudan a prevenir el deterioro del cerebro y evitar enfermedades como el Alzheimer y la demencia senil ¿Y qué hace un programador en gran parte de su tiempo?
Exactamente, el programador tiene que encarar ante la pantalla problemas complejos que requieren del uso de sus capacidades mentales. De hecho, un estudio realizado por neurobiólogos e informáticos analizó a varios programadores y la actividad cerebral mientras estos programaban y descubrieron que las zonas cerebrales más activas son el procesamiento del lenguaje, la capacidad de atención y la memoria de trabajo.
En consecuencia, programar es una actividad que involucra diferentes zonas cerebrales que son altamente beneficiosas para el desarrollo del cerebro y para mantenerlo saludable.
2. Una mujer fue la primera programadora
En el año 1837, Charles Babbage, conocido hoy en día como el padre de la computación, tenía en su mente la creación de la Analytical Engine, la primera computadora mecánica capaz de realizar cálculos de todo tipo. Esta computadora, impulsada por vapor y de dimensiones inimaginables en estos días, nunca fue construida totalmente, solo una parte.
No obstante, Ada Lovelace, una brillante matemática y amiga de Charles, llegaría a ser reconocida por su preciado aporte en el mundo de las ciencias computacionales. Esto se debe a que Ada realizó unas anotaciones detalladas en el artículo Elements of Charles Babbage’s Analytical Machine (1842) escrito por el ingeniero y matemático Luigi Federico. En estas anotaciones, Ada explicó cómo se debería programar la computadora mediante secuencias lógicas para realizar cálculos. Esas secuencias expuestas por Ada Lovelace se reconocen como el primer programa computacional.
Hoy en día es reconocida como la primera programadora de la historia y, además, en su honor se nombró Ada al lenguaje de programación. También cada segundo jueves de octubre se celebra el día de Ada Lovelace donde se honra su nombre y la contribución de las mujeres a la ciencia, las matemáticas, la ingeniería y la tecnología.
3. Son excelentes para resolver problemas
Veamos la siguiente escena, tenemos cientos de libros en nuestra estantería y queremos organizarlos de una forma sencilla y que nos permita encontrar algún ejemplar fácilmente. Inicialmente, no sabemos cómo ni por dónde empezar, hasta que nos decantamos por ordenarlos alfabéticamente. El siguiente paso lógico sería agruparlos por la letra inicial, los que empiezan por A en un lado, los de la B en otro y así sucesivamente. Luego, empezaríamos a organizar los grupos de cada letra en orden alfabético por su segunda y tercera letra. Finalmente, los ubicamos de forma organizada en nuestra librería.
Esta analogía es perfecta para hacer una aproximación al modo de pensar de los programadores. Esto se conoce como la descomposición de problemas y es el procedimiento en que abordan problemas extensos los programadores y en el que, al inicio, como nosotros organizando los libros, no saben por dónde empezar. Entonces, descomponen el código que tienen en frente en pequeñas secciones para ir solucionando cada parte del código. Y si gracias a la experiencia han desarrollado esta increíble habilidad para resolver problemas en su vida laboral, imagina lo que pueden hacer sin darse cuenta, en su vida cotidiana.
4. ¿Programar es un arte o una ciencia?
Un gran dilema que genera polémica es el hecho de considerar al programador como un artista. Vamos a la definición de arte dada por la RAE: manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. Ahora, la finalidad del programador es solucionar un determinado problema mediante un lenguaje que entienda la máquina. Y ahí es donde está lo refutable, la programación solo soluciona un problema, no hay arte. Pero no todas las soluciones son iguales. Dependen de la imaginación, creatividad y elegancia de cada programador ¿Será que un código ante los ojos de otro programador podría despertar admiración y emociones? Esto sin duda es todo un tema de debate que queda corto en estas líneas.
Aunque, me pregunto ¿acaso un compilado de páginas llenas de códigos que llevaron al ser humano a la luna no puede ser considerado arte? Esa pregunta ahí queda rara, no sé, no me convence.
5. Apolo 11, llegar a la luna fue posible por una mujer
Uno de los eventos más increíbles en la historia de la humanidad fue la llegada a la luna por la misión Apolo 11, en 1969. Evento que fue posible por la lucha de unas naciones por demostrar el poderío tecnológico, político y militar. De aquella época conocida como la Carrera Espacial, Estados Unidos se proclamó victorioso al poner a Neil Armstrong sobre la luna. Sin embargo, una victoria épica sería protagonizada por una joven madre desde los laboratorios de la misión.
Esta mujer, Margaret Hamilton, sería la ingeniera encargada de llevar la humanidad a la luna. Ella escribió el código de los primeros computadores portátiles que irían a bordo del Apolo 11, tanto del Módulo Lunar que aterrizaría en la luna como el Módulo de Comando que llevaría a los astronautas desde y hacia la tierra. Este software, desarrollado por Margaret y el grupo bajo su liderazgo, debía funcionar perfectamente aún sin conocer detalladamente el comportamiento de la nave tripulada en el espacio. Sorprendente ¿no?
6. Son bastante curiosos
La falta de curiosidad por la tecnología y específicamente, por el desarrollo de software, puede determinar el éxito en la carrera de un programador ¿Por qué? Porque la curiosidad es el motor que mantiene en vilo al programador y hará que no desista en su crecimiento profesional.
Cabe resaltar que cuando el programador se enfrenta ante un problema, empieza a observarlo de pies a cabeza, lo lee, lo interpreta y deja fluir su curiosidad. Empieza a alterar las notas musicales de una canción mal compuesta o que simplemente puede ser mejor, debe probar hasta encontrar esa subida de tono o cambio de acorde que componga la canción como debe ser. Sin la curiosidad el programador no puede hacer música.
7. Uno de cada 3 programadores teme ser reemplazado por la inteligencia artificial
Más que llegar a viejos sin una pensión, el 29% de los programadores le teme a que sus esfuerzos sean reemplazados por la inteligencia artificial según una encuesta realizada por Evans Data Corp, y en la que un 23% de los encuestados expresó su temor a que la plataforma en la que trabajan quede obsoleta por la IA. ¿Serán reemplazados realmente?
Resulta que en un estudio realizado por la Universidad de Oxford sobre el Futuro de las Profesiones indica que el Machine Learning puede ser un sistema confiable y eficaz para detectar bugs a un nivel superior que el de un programador. Además, se habla que la inteligencia artificial puede programar varios modelos de forma sencilla y automatizada. Sin embargo, esto no debe verse con temor, más bien con la curiosidad que caracteriza al programador y con la capacidad de reinventarse y usar estas herramientas a su favor.
8. Más del 80% de los programadores son hombres
Tal parece que el desarrollo de software seguirá siendo una carrera dominada por hombres. Desde los años 1960 hasta hoy en día, la participación de mujeres en el mundo de los geeks ha tenido su pico más alto con un 20%. Y parece que no va cambiar por lo menos hasta el 2026, en el que se estima que alrededor del 18% de los graduados en ciencias computacionales sean mujeres.
¿Por qué esta diferencia tan grande entre mujeres y hombres en esta profesión? Las razones varían dependiendo de cada país y su sistema educativo. Parece ser que la razón principal radica en la edad temprana, específicamente, en los primeros años escolares. En estos se debe captar el interés de las mujeres por el apasionante mundo de la tecnología de forma natural y divertida, y no como una obligación. Actualmente, la academia se esfuerza por incentivar a las mujeres a desenvolverse en el campo tecnológico y es la educación primaria el centro de atención.
9. La profesión de los autodidactas
Parece que el 41% de los programadores consolidados no tiene un grado en ciencias computacionales y el 37% fueron a la universidad y se graduaron como desarrolladores según el portal StackOverflowm, en el que se entrevistaron a un poco más de 26.000 programadores. ¿Se necesita de una educación formal para ser programador?
Tal parece que esta tendencia seguirá en aumento según una encuesta realizada a los nuevos programadores. En esta, el 27% de los nuevos indicaron que su educación ha sido autodidacta y el 37% indicó que se han formado entre cursos y autoaprendizaje. Solamente el 32% manifiesta que la universidad es su única fuente de aprendizaje. De ahí que se infiere que una de las principales características del programador moderno es su capacidad autodidacta.
10. ¿Sabías que uno de los programadores de Amazon es ciego?
Michael Forzano es un joven que nació ciego debido a una condición llamada enfermedad de Norrie. Durante su juventud se interesó por los audiojuegos y posteriormente entraría al mundo de la programación mediante el desarrollo de este tipo de juegos. Así, su pasión seguiría creciendo hasta convertirse en ingeniero de software en la universidad de Binghamtom. Un día, sin muchas expectativas, se presentó a una entrevista para el puesto de desarrollador de software para Amazon. Su presentación fue “Hola, soy ciego ¿puedo escribir el código desde mi pc?” en vez de hacerlo en un tablero como los demás entrevistados. Los entrevistadores al ver la calidad y rapidez del código desarrollado, decidieron ofrecerle el puesto. Michael trabaja desde su portátil, diseñado con un software lector de pantalla, de esta forma él puede programar por medio de audio y voz. Lo más intrigante es la forma en que funciona su cerebro, ya que puede visualizar en su mente el código en general y conocer la ubicación de las variables y la funcionalidad a la perfección. Para él ser ciego no es un impedimento para hacer lo que le apasiona, de hecho, ha desarrollado habilidades únicas inherentes a su condición.